Burnout ¿Qué es y cómo detectarlo?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 8 de cada 10 personas trabajadoras en este país viven con estrés laboral.

Es curioso, nuestro país es uno de los que mas trabajan y sin embargo también es de los que más precariedad para los trabajadores provee, con sueldos muy bajos, falta de derewchos laborales, etc.

Para demostrar que el burnout se encuentra entre los mexicanos, solo basta echar un vistazo a las redes sociales donde abundan historias y quejas, así como memes que señalan el exceso de horas laboradas, abuso psicológico y económico.

Agotamiento físico y mental generalizado.
Fatiga crónica, aumento de peso o bien pérdida de apetito, así como el estrés y la ansiedad.

Despersonalización y cinismo.
Este adopta una actitud de indiferencia y desapego, reduciendo claramente su compromiso hacia el trabajo.

Descenso en la productividad laboral y desmotivación.
Hay falta de atención hacia las tareas, olvidos frecuentes y una desidia generalizada que nace de la dificultad para concentrarse.

Síntomas físicos.

• Dolores de cabeza.
• Náuseas
• Dificultades para dormir.

Causas del Burnout.

• Presión en el horario laboral.
• Baja participación en las decisiones.
• Poco apoyo de colegas o de las jefaturas.
• Inestabilidad laboral.
• Salarios bajos, el acoso sexual o psicológico

La organización.
Situaciones como el exceso de burocratización sin apoyo específico, falta de tiempo para organizar las tareas

Expectativas interpersonales.
Todos los trabajadores tienen unas expectativas respecto a su actividad laboral que muchas veces no se ajustan a la realidad cotidiana.

Características personales.
existen algunas cualidades y rasgos personales que suponen una mayor vulnerabilidad a tener el síndrome.

Burnout activo: El empleado mantiene una conducta asertiva. Se relaciona con elementos externos a la profesión.

Burnout pasivo: Suele tener sentimientos de apatía y se relaciona con factores internos psicosociales.

• Psicoeducación y autonococimiento.
• Aprender a afrontar el estrés.  
• Ajustar las expectativas a la realidad. 
• Mejorar la autoestima. 
• Trabajar la resiliencia y la asertividad.